La unión de Román

La unión hace la fuerza.

Lo ovacionamos 3 veces. Lo conocíamos poco, era un pibe con más expectativas que realidades, pero estaba debutando y rompiéndola en Boca aquel 10 de Noviembre de 1996. Mostró tanta claridad y tan pocos nervios en su juego que La Bombonera lo premió coreando su nombre. El rival fue el conjunto santafesino de Unión, al que el Xeneize derrotó por 2 a 0.

Lo ovacionamos 3 veces. Todos lo conocíamos, todos sabíamos de lo que era capás, y por eso esperábamos una actuación como esa. Con la claridad, el tiempo y la técnica que lo caracteriza volvió a demostrar que sigue siendo el jugador que muchas veces fue. También frente al santefesino Unión, al que Boca derrotó por 4 a 0.

Una vez más se presentó la unión de Román. Esa que muchas veces le exijo y le reprocho porque no aparece a tiempo. Esa con la que el equipo entero puede recostarse y esperar tan sólo a que dibuje y pinte el mejor panorama para todos. Esa unión que nos congregó en mil y un festejos.

No es santo de mi devoción. Los que me conocen saben que justamente con él no caigo en la obsecuencia de la idolatría. Pero se que cuando decide jugar, no anda con chiquitas y juega. Juega y hace jugar. Forja la unión y el triunfo. La unión que trajo los logros, y también la que lo ha visto brillar mientras el estadio coreaba su nombre.