Esperando la visita

Vila mueve el avispero y espera.

Es verdad que la iniciativa la expuso Daniel Vila, Presidente de un club, dueño de un multimedio, y casi único candidato -dentro de la pobre y escasa oferta- a ostentar el reinado de Julio Grondona. Pero no por eso deja de ser cierto que la idea madre de permitir el ingreso a la cancha a cualquier persona que abone su entrada, sea hincha del equipo que sea, es lo más normal del mundo.

Por simple viveza criolla, Vila no sólo supo ver el hueco dentro de la ley sino que apostó fuerte y decidió convertir ese secreto a voces en una invitación formal al público visitante. "No tengo la posibilidad de saber de quién es hincha un asistente al estadio" declaró zorro apuntalando una gran verdad. Antes había disparado vía Twitter su propuesta: "la cabecera Norte será PLATEA para que se ubiquen quienes no sean hinchas de La Lepra".

Apelando al sincericidio, más de uno conoce a alguien que ha visto a su equipo en un estadio visitante en épocas de la tan cuestionada prohibición. Quien suscribe esta nota confiesa también que planea ir a ver algún partido del Nacional B y espera que se le permita su acceso. Por eso, el mayor acto de "transgresión" es el de hacer pública la invitación, el de evidenciar la falta de control que puede haber sobre una ridícula imposición.

Y para no dejar el echo en tan sólo un llamado inocente a una gran recaudación, aclaró con propias palabras cuál es su verdadero objetivo detrás de todo: "Que venga GRONDONA o alguno de sus alcahuetes al Malvinas a prohibir entrada de público visitante. Y si lo logra retiro mi candidatura de AFA! Pero al revés. SI ENTRAN HINCHAS DE RIVER PESE A LA PROHIBICIÓN, QUE RENUNCIE A AFA POR INÚTIL! Toman decisiones estúpidas porque son inútiles!". Tras esto, Vila espera sentado la visita.