"Hola, cómo estás?" arrancó su dircurso Delfi, la muñeca "más tierna y cariñosa" según indicaba el slogan de su caja. Entonces el padre de la niña la compró encantado de poder brindarle una nueva amiga a su hija en su día. Pero segundos más tarde, y por razones que aún se desconocen, agregó una hermosa invitación: "Quiero ser tu amo, puta!".
Según argumenta la vendedora de "la muñeca maldita", era la única con ropita celeste en el bulto que compró para afrontar este Día del Niño. Será pues la ropa masculina el causante de tal reacción autoritaria? Un grupo de profesionales se encuentra investigando la veracidad de esta hipótesis. Mientras tanto la infeliz propietaria de Delfi continúa buscando la perilla de la conducta, como aquella que tenía el muñeco de Krusty que intentó asesinar a Homero.
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