No hay que esforzarse mucho para encontrar ejemplos de ineficiencia e ineficacia dentro de las acciones políticas cotidianas de nuestros gobernantes. Un caso trillado es el Eterno Desalojo de los Manteros de Florida –suena bien para título de algún libro-. Hoy volvió a fracasar por pura inoperancia de los encargados de hacer cumplir las leyes, es decir, por obra e incapacidad de nuestros amados dirigentes.
Las excusas transitan desde la falta de apoyo de la Policía Federal –competencia de la indefinible Metropolitana-, hasta frases tan infantiles como intimidatorias como “los muchachos se ponen violentos”. Todo sirve para que la ilegalidad y la viveza sigan ocupando lugar público, mientras otros, léase los tontos, siguen pagando los impuestos por sus inmuebles.
A veces parece que la decisión más simple es la más difícil de alcanzar. Qué tan difícil es organizar a los verdaderos artesanos en un lugar especial, ferias como las que hay en muchas plazas de nuestra Capital, e impedir totalmente la venta de otras mercaderías? Si hacer cumplir la ley sugiere enfrentar diversos obstáculos, nuestro gobierno porteño ha mordido el polvo una vez más.
0 comentarios:
Publicar un comentario