miércoles, 25 de enero de 2012

De lo nuestro, lo mejor

Macarena Durso sorprendió a todos.
Un claro ejemplo de que las cosas pueden hacerse bien, sin más herramientas que el trabajo y la intención de superarse, es la fiesta anual del Juego de las Estrellas de la Liga Nacional de Básquet. La edición número 24 de este espectáculo, realizadas en las jornadas de ayer y anteayer en la ciudad de Mar del Plata, dejó nuevamente una inmejorable impresión de saber que si se quiere, se puede.

Como nos tiene acostumbrados, la doble jornada contó con los ya clásicos torneos de triples, volcadas y habilidades, que coronaron a Leo Gutiérrez (Peñarol), Williams Graves (Boca Jrs.) y Facundo Campazzo (Peñarol) respectivamente. También las deportistas de la liga femenina estuvieron presentes y aportaron sus dotes para que el espectáculo sea completo.

Aguerre no pudo con Graves.
El clásico broche fue el Juego de las Estrellas que reúne a los jugadores nacionales y extranjeros más votados por la gente. Pepe Sánchez (Estudiantes), Paolo Quinteros (Regatas) y Diego Lo Grippo (Quimsa) integraron el conjunto local, mientras que Robert Battle (Libertad), Martín Osimani (Obras) y Joshua Pittman (Libertad) completaron el internacional, entre otras figuras.

La música y el entretenimiento brindados por el grupo de rock Pier, la agrupación de percusión Bembé, las comparsas de Gualeguay y la mascota Rocco completaron el cuadro estelar para cerrar una nueva fiesta del básquet nacional, cuna de la Generación Dorada, demostrando que también en estas tierras se puede ofrecer un show con nivel de primer mundo.

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