martes, 26 de julio de 2011

Siempre Menos

El nuevo slogan oficial.
Tras una veloz reunión en Ezeiza, y aprobado por la mayoría, se aceptó el proyecto de un nuevo y revolucionario torneo. Los que pedíamos cambios, muchos por suerte, los conseguimos; pero lejos de querer ser catalogados como " la gata flora" nos preguntamos: era para tanto? Pequeños aciertos en un mar de injusticias pretenderán darnos un nuevo campeonato para "federalizar" nuestro fútbol. Podrá?

No es por descalificar todo sólo por deporte -no me caracterizo justamente por eso- pero hay muchas cosas que no me cierran de este nuevo formato que, a priori, contará con la participación de la abultada cantidad de 38 equipos -20 de Primera, 16 del Nacional B, y los campeones de la Primera B y del Argentino A- y que se disputará a partir de mediados de 2012.

Pero antes de ver lo negativo quiero hacer hincapié en 2 grandes triunfos particulares dentro de la idea global cuestionada, que no deben quedar olvidadas: la desaparición de los promedios y la implementación de un calendario anual por temporadas, como en las principales ligas del mundo, sugieren una madurez en el formato de un torneo que data de largas décadas y que siempre desoyó el reclamo popular. Obviamente, respiran aliviados por esto Boca, San Lorenzo, Racing e Independiente.

Olé de hoy: toda una frase
Tras ello, lo cuestionado: lejos de perseguir una "federalización" tal como se habla, se busca no perder más clubes grandes -River, Gimnasia de La Plata, Rosario Central, Quilmes, entre otros históricos- premiando injustificadamente a quienes no han hecho mérito desde la B y nivelando para abajo a quienes por obra propia integran hoy la Primera División. Vale aclarar que se integrarían al nuevo formato sólo 4 equipos de nuevas provincias: Patronato, Boca Unidos, Atlético y Gimnasia, representantes de Entre Ríos, Corrientes, Tucumán y Jujuy respectivamente.

Todo esto determina un cambio demasiado drástico para mi gusto, tremendamente explosivo a los ojos de todos, incluyendo a los dirigentes de la segunda división que hoy festejan su "futuro ascenso" pero que andando probablemente lamentarán los costos de ello. Un cambio que también contiene aristas políticas en su nexo con el Gobierno Nacional y la consecuente televisación de todos los partidos, que hasta hoy sólo tenía un dueño privado, a través de la novedosa señal AFA TV.

Un cambio que, tras los dichos oficiales de perfeccionamiento en los próximos meses, intenta emparejar hacia abajo, mediocrizar más el mediocre presente de nuestro competitivo fútbol, adoptando algunos puntos positivos para camuflar más incoherencias en el mandato eterno de Don Julio. Un mandato que buscará su nueva edición el mismo día en que este proyecto sea definitivamente llevado a aprobación. Contrariamente a la filosofía oficial sigo sosteniendo: "Siempre Menos".

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