miércoles, 6 de julio de 2011

Menos charla y más trabajo

Raro: Jorgito con la boca cerrada.
En un singular modo de ver siento que el descenso de un grande como River será beneficioso para otros. Digo que experimentar el fracaso deportivo, dirigencial y económico en la vereda de enfrente dará la posibilidad a sus pares de no cometer sus mismos errores. Es como si este hecho le mandó a decir a Boca, Independiente, Racing y San Lorenzo "que nunca te pase".

Pero esta luz de alerta, este aviso de peligro, dependerá de la aptitud de sus directivos para usarla beneficiosamente. De nada servirá que los hechos futuros contradigan a los discursos presentes. Y como hincha de Boca de toda la vida que soy, me da escosor escuchar a mi presidente mostrarse superado, altanero, intocable ante los hechos de público conocimiento.

En cantidades, conozco tan poco a River como mucho a Boca. Por eso me inclino a pensar que en el corto plazo somos candidatos a pasar lo mismo que nuestros primos, pese a que Jorge Amor Ameal declare que “no nos preocupa para nada el descenso [...] nosotros vamos a pelear campeonatos”. Los problemas xeneizes que veo a simple vista son varios, por eso Jorgito: violín en bolsa y aponerse a laburar.

El engorroso clima electoral, los balances tan elogiados por el oficialismo, los opositores que prefieren hacer política en la tele, la compra indiscriminada de nombres antes que de jugadores, la falta de proyecto de equipo a mediano plazo, la escasez de buenas campañas -ni hablar de títulos-, la ausencia radical en las copas, la relación con la barra que no escapa a la normal de todo el fútbol, la 12° posición en la tabla del descenso, la agotada paciencia de su público... son razones suficientes para abrir el paraguas.

Ojo, no todo está mal en Boca: viene de lograr la mejor campaña de los últimos 3 años; así como él, 6 clubes están encerrados en tan sólo 5 puntos en la tabla por la permanencia; pese a los rumores, mantiene su DT por una torneo más, quien buscará de una vez por todas encontrar el equipo; después de todo "no se puede estar peor que River".

Luego de un breve rapto de ironía concluyo esperanzado de que, tanto Boca como sus pares, logren beneficiarse del fracaso ajeno, en el sentido que ya expliqué anteriormente. Como acostumbro a hacer, no apuesto nada por ello ya que soy un eterno descreído de las dirigencias y políticas en su mayoría. Más allá de pasearnos sin escatimar en bromas, mientras se ocupa algunos cargos es mejor tener la boca cerrada para que no entren moscas.

0 comentarios:

Publicar un comentario