jueves, 2 de junio de 2011

River y la suma de todos los miedos

Voy a ser obvio: River está jodido. Atraviesa uno de los peores momentos de su historia -sino el peor- y como si fuese poco elige sumar factores de riesgo para su futuro. La crisis futbolística y de resultados no sería tal si no convivieran con ella la económica, la dirigencial y la del mismísimo cuerpo técnico.

Táctica y Estrategia. En la búsqueda de un estilo para luchar la permanencia, Jey Jey López armó un esquema de 4 pilares: la solvencia de Carrizo, la presencia de Almeyda, los destellos de Lamela y la potencia de Pavone. Tras las malas tardes de estos, River perdió el rumbo, y no contó hasta hoy con GPS para recalcularlo. Así y todo, el DT apunta ahora a desbancar a su goleador y seguir bancando al desacertado Funes Mori.

Recursos Humanos. La reciente salida del "pato" Fillol tras su desencuentro con el arquero Carrizo sacudió nuevamente las instalaciones del Monumental, en medio de diversos rumores que indican la creciente influencia del presidente Daniel Passarella sobre las ideas futbolísticas de JJ. Los números en rojo, las internas en la barra, el despotrico en la AFA, y el estallido de su público tras el último timorato encuentro vs Olimpo contribuyen a tal caos.

Lengua y Literatura. El entrenador millonario tuvo una visión sobre este crucial torneo muchas veces elogiada. Declaraciones nada exitistas y repetitivas sobre el verdadero objetivo de este grupo -alejarse de la promoción- le dieron un tinte particular del sacrificio sobre el paladar negro. Pero alejadas de los triunfos, estas frases van quedando algo expuestas, como lo sienten sus hinchas al escuchar, por ejemplo, que "el punto contra Colón nos sirve, no cometamos locuras".

Matemáticas. Hoy River ya no depende de sí mismo, y es esta la peor de las situaciones. El tiempo pasó y la primavera del equipo de López no alcanzó. Los puntos contra los rivales directos para la permanencia se desaprovecharon y hoy hasta los aguerridos pero limitados Tigre y Olimpo le sacaron ventaja. A falta de sólo 2 partidos no sólo debe pensar en ganar sino también deberá esperar que los demás pierdan.

Aunque me incomode debo decir que este cóctel atenta contra mi "argentinizado" modo de pensar de que "River nunca va a irse al descenso". Una vez más la verdad la darán los números y en esos River viene demostrando falencias. Pero si a ese defecto le sumamos otros tantos, lo más probable es que el resultado final quede en negativo aunque se lo intente dibujar.

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