Una semana de vacaciones en un pueblo. Una semana sin mover el bocho en materia informativa. Una semana sin política, ni tragedias, ni corrupción, ni conventillo, ni elecciones. Sólo algo de deportes, como para no alejarme demasiado tampoco.
Parece mentira cómo uno puede desenchufarse de todo estando no muy lejos de todo. Quiero decir que estando en el campo también tuve una tele, una radio, internet y demás herramientas tecnológicas para poder seguir a tiro con mi bombardeo informativo diario. Pero no, no lo hice. Es verdad que tuve otras actividades mucho más interesantes para invertir mi tiempo, como visitar amigos y familiares, como disfrutar del "silencio stampa" tan característico del lugar, y algunas más Pero a la hora de elegir, preferí ignorar todo.
Fue una semana tan solo, o quizá no tan solo. Sirvió para el relax mental y psicológico, algo que un loco pensante como yo necesita seguido. Fue... pero ahora seguiré como siempre, atestándome y atestando a mis lectores a través de este espacio. Al fin y al cabo, soy un animal de costumbre.
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