Rescatando el espíritu crítico

Esta nota la confeccioné hace unas semanas pero todavía posee actualidad. Muchos hechos que veo en los medios me la traen a la mente y me obligan a publicarla lo más rápido posible. Luego de una breve pulida, sale a la luz para promover nuestro espíritu crítico.

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Kilos de opiniones.

Los comentarios sobre los "medios oficiales", la "corpo opositora", las intenciones propias y las verdades puras van ganando cada vez más espacio en las redacciones. La cantidad de apreciaciones resultantes aumenta de manera directamente proporcional a las voces que se escuchan a diario. Por eso, es beneficioso practicar una vieja rutina aprendida en mi carrera universitaria. La misma consta simplemente en escuchar una misma noticia por la boca de diferentes oradores, y así obtener nuestras propias conclusiones.

Empecemos con un ejemplo: Según datos oficiales la Industria nacional creció un 6,5% en el 2011; el Gobierno y su monopolio mediático lo comunicaron como una noticia totalmente alentadora; los no afines al relato oficial, basados en las mismas estadísticas, informaron que este índice se redujo un 33% respecto al año anterior donde cerró con un alza del 9,7%.

Estos resultados también arrojaron un crecimiento del 8,7% en la Construcción; mientras las voces oficiales también celebraron el número frío, los diarios indicaron que, en la comparación interanual del mes de Diciembre, se registró la suba más pobre de los últimos 2 años, además de recalcar que el mayor crecimiento del área lo mostraron las obras viales, mayoritariamente impulsadas por las diferentes gobernaciones y municipios.

Así mismo se conoció que los salarios acumularon un aumento total cercano al 30%, siendo este el concepto más enarbolado por el Gobierno a la hora de hablar de logros de gestión; por su parte, los medios
publicaron además que el índice inflacionario alcanzado en todo 2011 trepó casi al 23% -un crecimiento muy cercano al de los sueldos-, según datos recolectados por consultoras privadas –vedadas por el estado nacional- y publicados por diputados opositores.

Como vemos en estos simples ejemplos podemos encontrar todos los temas participantes de la discusión. Ahora ya es responsabilidad nuestra -si realmente lo deseamos- el buscar nuestra verdad, elegir el vaso lleno o el vacío, reconocer cuando lo que intentan hacer brillar no es precisamente oro, lo diga quien lo diga. Recordar lo que decía un programa televisivo: "no creas ni siquirea en lo que nosotros te mostramos, tu espíritu crítico es quien te va a salvar".