Un país con nombre y apellido

En numerosas familias, a la hora de elegir un nombre para sus hijos se suele tomar prestado el de algún ídolo popular para inmortalizarlo en su árbol genealógico.

Del mismo modo, en el gobierno de Cristina Fernández se toma como estandarte el nombre de Néstor Carlos Kirchner para bautizar escuelas, boulevares, torneos deportivos y hasta esquinas.

Con la reciente rebautización del Hospital El Cruce de Florencio Varela -decreto mediante-, llama la atención la cantidad de "cosas" que hoy poseen el nombre del difunto ex presidente, teniendo que soportar en algunos casos la supresión de sus históricos nombres originarios.

Este centro hospitalario ocupó hoy un importante lugar en los medios, pero no fue el único en ganarse tal atención. Igual o mayor importancia tuvieron la inauguración de la escuela número mil en la provincia de San Juan, la creación de la nueva costanera en El Calafate, y la designación con su nombre de la sede permanente de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR).

Un poco menos rutilantes encontramos los renombramientos de, por ejemplo, la terminal de ómnibus en la capital de Santiago del Estero, un boulevard en la localidad catamarqueña de Recreo, un tramo de la Av. Mitre en el partido bonaerense de Berazategui, una plaza en el centro de Merlo, y la esquina de Pedro de Mendoza y Martín Rodríguez en el barrio porteño de La Boca.

Por último, ya sin dimensiones físicas o territoriales, y más bien orientados al terreno deportivo, ubicamos al reciente torneo de fútbol de primera división de la AFA, y al próximo trofeo de Turismo Nacional a disputarse este mes para dicha categoría automovilística, entre otros certámenes deportivos que andan rondando el ambiente.

Con todas estos elementos podemos concluir la recorrida. Pero será sólo por hoy, porque es de esperar que con el pasar de los días -y el rápido acercamiento de las elecciones- aparezcan nuevas cosas con el nombre de Néstor Carlos Kirchner en el horizonte nacional. Después de todo, si pasa en las mejores familias... por qué no puede pasar en nuestro gobierno?