La ocasión y la ecuación eran perfectas: conseguir 2 copas internacionales en tan sólo 4 semanas y volver a ser el Rey de Copas. Pero las ocasiones y las ecuaciones no suelen ser tan simples, y mucho menos en el fútbol. Así, Independiente no pudo aprovechar sus oportunidades y quedó muy golpeado tras sus 2 fracasos coperos.
Primero fue un rival no tan desconocido como la copa que estaba en juego, aunque nada de eso le quitaba su importancia. No pudo en los penales ante el Júbilo Iwata japonés. Tras ese revés, tuvo su revancha ante un nuevo grande de nuestro continente. "Esta sí es la importante" recalcó Antonio Mohamed momentos previos a la primera final ante el Inter brasileño como local. La ventaja lograda del 2-1 no le alcanzó para la vuelta en Porto Alegre, donde cayó "de pie" con un 3-1. Segundo golpe.
Hoy, ya con el diario de mañana, se cuestionan muchas cosas en una mitad de Avellaneda, incluida la salida del DT. Los días siguientes darán más luz a la realidad que atraviesa el Rojo, que hoy cuenta con un poco más de aire que otros grandes para evitar el tan temido descenso. Pero que carga en su haber dos fuertes cachetazos que lo privaron, al menos por el momento, de volver a ser el Rey de Copas.
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