Marche una AFIP para los Kirchner

La propiedad top de la riqueza.

Dentro del programa “sintonía fina” que lleva adelante el Gobierno Nacional, la Presidenta Cristina Fernández realizó en su última conferencia de prensa una incómoda apreciación sobre los sueldos de los gerentes de grandes empresas, nuevos objetivos de la crítica oficial. Dijo que en ellos “aparecen cosas muy extrañas: hay sueldos de ejecutivos de 10 millones, de 2 millones, de 4. No sé qué tipo de actividades tendrán o qué rentabilidades tendrán sus empresas, pero vamos a hacer un estudio profundo del tema".

Con o sin ironías, la acusación fue directa y concisa: el Estado desconfía de los manejos de muchas empresas y sospecha, por ejemplo, que más de una elude el pago de impuestos. Pero, más allá del intento lógico de evitar todo tipo de evasión fiscal, hay algo que no se justifica y es informar los sueldos de estos empresarios. Si tanto se sospecha no hay otro paso más directo y funcional que el correspondiente análisis fiscal. ¿O la extorsión mediática es un mejor método?

Del mismo modo en que CFK se incomoda al conocer los ingresos de ellos, debería preguntarse cuánto le desagrada a su pueblo saber que su patrimonio familiar alcance la cifra de 75 millones de pesos, 25 millones más que hace 2 años, un 3.540 % más que hace 8 años. En este caso, ¿No deberíamos ser nosotros, el pueblo, quien pida las mismas explicaciones que ella exige?