Se nos cagan de risa

Mientas las heridas que dejó Cromañón todavía no empezaron a cerrarse, un nuevo escándalo sacude nuestra tolerancia e ilumina la hipocresía reinante en nuestra ciudad. A minutos de cumplirse 7 años de aquella tragedia, los medios reflejan el escrache que realizan los familiares de las víctimas a una serie de “instalaciones ilegales”.

Se trata de 3 inmuebles, un prostíbulo enmascarado como bar y dos hoteles “multidestino” catalogados como familiares, que resultaron ser propiedad de los gerenciadores del trágico boliche de Once y que están ubicados en la misma manzana donde perecieron 194 personas. Los mismos fueron encontrados gracias a una cámara oculta donde se acredita la trata de personas y venta de estupefacientes.

En las vísperas de un nuevo aniversario de la tragedia, integrantes de las agrupaciones sociales “Que no se repita” y “La Alameda” se encontraron denunciando una irregularidad más dentro de este triste marco. Deseamos que como ellos sea la Justicia la que aplique todo su rigor para evitar que estos hechos de impunidad y libertinaje dejen de reírse en nuestra cara.