Pensamiento de viejo

"Oh baby" dice un tema de él...

Llamémosle "hormonas", "pubertad" o simple "fanatismo", pero la "calentura" que mostraron las miles de fanáticas de Justin Bieber es realmente criticable. Porque las minas de mi adolescencia eran un poco más recatadas y pudorosas a la hora de expresar su amor por su ídolo pop -en esos tiempos eran los Back Street Boys o Bon Jovi o Axl Rose-. No necesitaban utilizar piropos de obra en construcción ni frases de viejo verde, lo hacían más que nada con gritos desaforados.

Anoche la tele se encargó de retratar y criticar este fervor mostrado por la estrella teen del momento -casi creada íntegramente por los medios de su país- y las imágenes eran más que elocuentes: frases como "lo parto" o "le hago de todo" eran las expresiones más suaves en éstas púberes casi quinceañeras, hasta el momento en que la orda de niñas arrasó con las vallas y la custodia y se introdujo de prepo en el hotel donde JB se hospedaba. Como suelo pensar más de una vez ante los hechos, "esto en mi época no pasaba".